
Cuando tenemos buenas personas en nuestras vidas por tanto tiempo nos acostumbramos a que siempre estén ahí y dejamos de apreciarlos. Es hasta que se van que nos damos cuenta de nuestro error, pero para ese momento ya es muy tarde y los hemos perdido para siempre. Una historia contada desde los dos puntos de vista; de la persona que se alejó y la que lo provocó.All Rights Reserved