-¡Te odio, Jughead Jones!- gritó la pequeña niña de cabellera dorada y grandes ojos saltones.- ¡Le quitaste los ojos a todas mis muñecas! -¡Tú pintaste con rosa todas mis camisetas!- contestó el niño de cinco años, declarando una guerra que jamás terminaría.- ¡Eres una bruja mal hecha! -¡Y tú Pinocho! -¡Rana de ojos grandes! -¡Cabeza de dinosaurio! Y así, amigos míos, comenzó mi relación con mi vecino tan odiado, Jughead Jones...All Rights Reserved