Todos los años mi familia y yo hacemos lo mismo. La semana de Navidad la pasamos en nuestra casa en Aspen. Llegamos el día 23 y nos instalamos y acomodamos; el 24 hacemos nuestra tradicional cena de Navidad, y el 25 pasamos el día en pijamas viendo películas y tomando chocolate caliente. El resto de la semana simplemente la pasamos descansando y disfrutando en familia. Siempre venimos papá, mis hermanas mayores y yo. Yo soy el más joven de la familia y creo que eso de alguna manera me ha convertido en el protegido de ella. Aunque parezca un poco extraño no conocemos más que de vista a los vecinos. Los vecinos de al frente que son una pareja de ancianos, los de atrás, una de las familias más adinerada de la ciudad y de los más cercanos, solo sé un poco de mis vecinos de la derecha... la familia Johnson-Griffith. Son una familia enorme y hacen unas fiestas igualmente en tamaño. Nos han invitado desde que tengo uso de razón, pero papá solo ha aceptado ir una vez, creo que prefiere la comodidad y tranquilidad de nuestra casa. Nunca he sabido realmente el porqué, pero espero tener una excusa para poder ir este año...porque la chica de ojos azules que justo ahora me mira disimuladamente y con timidez tras las cortinas de su ventana, me tiene vuelto loco desde el día que la conocí.All Rights Reserved
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