Hace cuatro años que Antonio no ve a su madre. Ella está en Madrid, trabajando por construir un futuro mejor para los dos y obligando a Antonio a vivir en la casa de sus tíos donde sufre continuamente maltrato físico y psicológico. Lucía creía que esa era una inofensiva fiesta de pijamas con sus amigas. Pero de pronto una de ellas le sacó una fotografía desnuda y se la mandó a un chico del instituto. De la noche a la mañana, la vida de Lucía se cae a pedazos. Antonio y Lucía tienen algo en común, aunque no se conocen: los dos están increíblemente solos en el mundo. Y parece que sobre los dos se ha asentado una perpetua nube de lluvia.