Eran penetrantes ojos marrones similares al final del otoño, en instantes unos con sensaciones deliciosas y en otros eran escalofriantes, ante esto yo tenia que permanecer en un lugar de forzosa amabilidad, silencio y un profesionalismo imposible de romper ... - No entiendes que sólo tu podrás salvarme ... «Al principio era un veneno en la piel»