Lagrimas |Marilyn Monroe|

Los humanos tendemos a llorar cuando estamos tristes o enojados. La tristeza, el lamento y la ira nos acompañan hasta el final de nuestros días. Es algo que todos han de vivir. Y ella no fue la excepción, desde que la desgracia llegó a su vida no pudo dejar de llorar. No pudo lograr que el dolor desapareciera, sólo pudo pensar en lo miserable que era su vida. Su mente y corazón estaban ocupados para permitirle salir de aquella prisión.

Marilyn Monroe era su ídolo, siempre pensó que su muerte era algo normal pero ella estaba equivocada. Un gran misterio, un diario lleno de lágrimas y un homicidio se encontraban tras su muerte. Un telón que iba a quitar aunque la muerte le siguiera hasta el fin del mundo.

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