Cuando no se que hacer y me siento sola lo único que se me ocurre es hablaros sobre lo que pienso y lo que siento. No voy a montar una Rosa de Guadalupe ni a contaros mi vida solo quiero que veáis esto y me entendáis.
Siéntate justo ahí y escúchame. Únete a mí y salgamos adelante, chico. Dame la mano y después ambos tendremos todo. El precio es simple.
Una decisión, una sola palabra, puede cambiarlo todo.