- ¿Tienes miedo?- Le pregunto Él peinando su cabello Ella lo miro con inseguridad - Nunca me he subido a una de esas...- dijo. Señalo la motocicleta negra donde Él se encontraba sentado. Él sonrió, mostrandole aquella sonrisa que la cautivo en la cafeteria y otra vez sintió caerse ante sus encantos. -Siempre hay una primera vez para todo...ven..súbete- La alentó - Bien-Suspiro- Pero ve lento - Si voy a paso tortuga...lo mas probable es que nos caigamos, sujétate bien- dijo mirándola sobre su hombro,Ella frunció el ceño. Y así, tomándola por sorpresa arranco la motocicleta, como reflejo lo abrazó, una sonrisa apareció en el rostro de Él y una de preocupación en la de Ella. -¿Hacia donde estamos yendo exactamente?- pregunto Ella elevando un poco la voz. - Lo mejor de ser espontaneo es no tener idea hacia donde vas y que tus pies te lleven o en este caso...las ruedas- dijo Él.