Mi nombre es Austin, tengo 20 años y soy un chico con una vida normal como cualquier otro. Mi única obligación es asistir a la universidad y dormirme a las 3 de la mañana todos los días viendo videos en YouTube sobre mis aficiones, series en Netflix y otros tipos de contenido que solemos ver los jóvenes a esa hora en la internet.
Mi vida amorosa no ha sido muy satisfactoria. Solo me he enamorado una vez y hasta el día de hoy no sé qué se siente darle un beso a una persona que ames de verdad. Sentir que cada una de las partículas de tu cuerpo se activen uniformemente e interaccionen una con la otra de manera simultánea con tus labios, mientras besas a esa persona que te roba el alma solamente con la magia de su mirada y el brillo de sus ojos... No, todavía no he sentido algo así en mi vida.
En cuanto a mi vida sexual nada relevante, a pesar de que he tenido intimidad con más de 20 chicas todavía no puedo decir que he disfrutado plenamente de una relación sexual.
He vivido de decepción en decepción, tanto así que la zona de amigos (o mejor conocida como Friendzone) se ha convertido en mi zona de confort con las mujeres.
Pero esa no es la razón que nos reúne el día de hoy aquí, la historia que les contaré a continuación es definitivamente la historia de amor más desventurada, peculiar, peligrosa y dramática que he tenido en toda mi vida.
Kim nunca pensó que mentir en su currículum la llevaría a una completa travesía con su joven jefe.
Nico nunca pensó que darle una oportunidad a Kim la convertiría en el amor de su vida.