Él. Tan lindo y serio, no suele demostrar sus sentimientos a los demás pero, sin embargo, en sus ojos pareciera que detrás de ese par de cristales se encuentra una alma perdida en el centro de ella misma, bondadosa, amorosa y llena de amor con la esperanza de ser algún día encontrada por la persona correcta. Ella. Tan alegre y directa hacia la demás gente, sus ojos desprenden una llama de curiosidad y una brillante luz que es transmitida con solo un intercambio de miradas. Ambos ¿Estarán hechos el uno para el otro? ¿Será cosa del destino el conocerse? ¿