En cuestiones de romance uno puede ser apasionado o pragmático. El primero se deja llevar por las emociones, los deseos y sentimientos, esta preso en un mar de sentimiento. Contrario al apasionado esta el pragmático, aquel que solo quiere en proporción al amor que le den, no muere por amor y no necesita de nadie para seguir vivo. En este corto relato se aborda una misma situación desde estas dos formas diferentes de ver un romance porque no todos reaccionamos igual ante los problemas, ya que estamos programados para respuestas diferentes a estas cuestiones.