-¿Que arías por mí si te ayudó?. Dice mi jefe el cual me da una sonrisa maliciosa, quiero decirle que no necesito de el pero el desespero me invade y se que no tengo opción. -Lo que sea señor. Digo bajo, y agacho la cabeza el se acerca a mi y con su dedo alza mi barbilla para que lo mire a los ojos. -¿Esta segura Srta Olivia?. Me mira serio y un escalofrío me recorre el cuerpo se que lo que sea que quiera que haga por el no es nada bueno, pero no me importa venderle el alma a mi jefe con tal que me ayude. -Lo estoy Sr Smith. El me sonríe de una manera diabólica y aciente con la cabeza. - Bien, no hay vuelta atrás- dice mirándome a los ojos. Lo que sea que pase de ahora el adelante no será nada bueno, eso lo se.