Los creadores de la destrucción

Gemma asiste por primera vez en mucho tiempo al colegio e insiste a su mejor amiga María, una persona que casi no conoce, que la acompañe.

En clases, su compañero de salón, Dante Weinmann, cabecilla de un grupo de maleantes, despierta de su siesta en el pupitre gritando que todos son muertos del infierno. Fuera de sí explica que hay demonios entre ellos, que se encargan de corromperlos, quitarles esperanzas y torturarlos, pueden ser cualquiera, un director, un policía o tus propios padres.

Gemma trata de calmarlo pero él, en un intento desesperado de huir, la amenaza con una navaja, la arrastra hasta la calle y desaparecen.

Unos minutos después, mientras la clase declara ante la policía María es interceptada por Cristiano Paz, un compañero y admirador secreto de su amiga que hasta el momento no había hecho más que amarla a escondidas. Él le propone buscarla por los lugares favoritos de Dante.

Es así como María y Cristiano, en compañía del hacker Ángel, recorren los lugares más sombríos y peligrosos de Buenos Aires. Sin pretenderlo, se envolverán en una telaraña de mentiras y rituales en los que están involucrados el ejercito, la Iglesia, los medios de comunicación y trabajadores públicos. Irán sumiéndose en un mundo oculto del que no podrán escapar ni mucho menos confiar.