La vida no es algo estático. No es algo que permanece de la misma manera, como tampoco lo hacen las personas que la viven. Cada segundo se transforma en un minuto, cada minuto en una hora, cada hora en un día... Y cada momento es único, decisivo e irrepetible.
Luz y Cam han vivido una infancia llena de momentos hermosos e inigualables, en donde lo más importante, era que se tenían mutuamente. Juntos crecieron y descubrieron la magia e inocencia del primer amor, ese que no es más que un juego de niños y es el que más te llena el corazón.
Pero todos sabemos que el destino es caprichoso, egoísta y frívolo, y le encanta ponernos pruebas. Su prueba y desafío para estos dos niños, fue la separación...
Para volverse a encontrar 8 años después. ¿Han oído ese dicho: "la vida es una rueda, y hay que girar con ella"? Pues bien, eso es lo que hicieron estos dos "amigos", y de tanto girar quedaron mareados.
¿Podrán reconocerse, a pesar de todo? ¿Una amistad tan fuerte, podrá soportar el paso inevitable del tiempo? Y, lo más importante... ¿Ese hermoso y puro primer amor, seguirá existiendo?
ATENCIÓN. Páginas Perdidas está en físico, así que aquí solo hay una muestra de la historia.
Abbie tiene un problema y la solución está en la puerta de al lado.
¡Ella no ha hecho nada malo! Sin embargo, su excompañera de hermandad la ha puesto en un aprieto en donde su futuro universitario pende de un hilo.
Con el tiempo corriendo, pánico y una mejor amiga experta en dar soluciones, Abbie explora las opciones, pero no tarda en darse cuenta de que Damiano, el frío jugador de hockey y su ceñudo compañero de piso, es la respuesta.