Algo andaba mal en la pobre cabecita de Yoongi. Desde la llegada de Hoseok, acomodándose sus gigantes lentes, todo su pequeño mundo comenzaba a ser destruido. Su preciado primer lugar en los exámenes, sus premios por ser el mejor alumno. Desde que eran unos niños hasta cuando fueron universitarios, todos sus primeros logros se los robaba el tonto de Hoseok. Yoongi odiaba ser el segundo, su orgullo siempre resultaba lastimado y eso lo enfurecía cada vez más. Su sangre enardecía. Aunque, con el pasar del tiempo, Hoseok también se comenzaba a robar la mirada y atención de Yoongi. "Me tienes mirándote como un loco, Ho"