
Corre. Huye. Era lo único que debía hacer, lo único que me pidieron que hiciera y sin embargo no podía, había algo en el que no me permitía dejarlo Estabamos condenados, no podiamos estar juntos, pero sin embargo el destino nos había unido y estabamos dispuestos a hacer lo que fuera necesario para permanecer juntos. Para toda la eternidad.All Rights Reserved