"Un corte más" Se dice a sí misma intentando no pensar en las heridas palpitantes bajo su abrigo. "Sólo uno..." Tiene las manos sudorosas y frias, y un brillo desesperado en sus ojos por salir de allí. Mira a su izquierda y su dolor se extingue momentáneamente. El es tan perfecto. Rápidamente voltea la cabeza, pues no quiere que el noté lo fea que ella es. El dolor vuelve, la desperacion se junta y hacen para Adelle la clase de Álgebra un infierno. Y de nuevo, aparece, en una esquina del salón de clases sonriente y, con sus ojos celestes, fulminantes y meramente oscuros. "Déjame" susurra ella. "Estas loca, los muertos no hablamos" responde.