Solo yo se lo que piensas

Bakugo Katsuki ha sido siempre un alumno difícil de manejar de toda UA y de todos los estudiantes de el salón 1-A, es todo un desafío el emparejarlo con otros alumnos por no decir que imposible a escépsion de muy pocos compañeros que tolera el rubio.

Toda paciencia tiene un límite y la de sus educadores alcanzó la suya, obligando al rubio a tener que trabajar con el alumno más tranquilo del salón. Todoroki Shoto, el cual solo por respetó a sus profesores aceptó la orden.

Bakugo se le hizo dar a conocer que la misión que se le había asignado junto al heterocromatico era de mayor prioridad y sus profesores esperaban que con este dato, tome mayor madurez al realizar la tarea encomendada.

Todoroki por su lado, ya veía las fallas en las esperanzas de los profesores, pero de nada servía destrozar la poca fe de sus mayores. Tenía razón, Bakugo explotó (literalmente) el plan de contingencia que tenían los dos menores en cuanto llegaron a su sector los pocos villanos buscando escapar de la redada descomunal que los héroes planearon por meses con toda la ayuda disponible a su alcance.

Bakugo y Todoroki acorralaban en un estrecho callejón a el último sospechoso que encontraron en esa oscura noche, ambos estaban exhaustos y con los estragos del desgaste en su cuerpo, por uno que otro roce entre ellos en ese callejón estalló la pelea entre ambos menores ignorando la creciente amenaza del sospechoso enfrente de ellos. De nada sirvió que Todoroki empuje a Bakugo para evitar el ataque del enemigo, pues este fue directo a ambos en forma de onda expansiva.

Shoto se levantó adolorido y en extremo malhumorado, si no hubiera discutido con el rubio, hubiesen atrapado al sospechoso de forma menos violenta. El albino se levantaba con pesadez hasta que escuchó una voz muy insegura que analizaba la situación en sus oídos. Miró a todos lados intrigado, en ese callejón no había ninguna otra persona más que el rubio y el.

¿Quien es el que hablaba?