El fallo más grande de los humanos es lo frágiles y débiles que son, ¿y si pudieras ser mejor que eso?. Me llamo Stuart y nunca había tenido una vida normal y estable, pero jamás me imaginé que cuando le exigía al universo un cambio, sería algo tan radical. Yo no quería esto, pero ahora no me imagino mi vida sin ello, sin el poder, la agilidad, la fuerza y sobre todo la dureza, tanta como la de un diamante.