Visitar tu tumba es tan doloroso como el recuerdo de tu partida. Ver tu nombre escrito en esa lápida fría, pero que tanto nos esforzamos en cuidar para que te sientas feliz de ello. Leer esa fecha que a todos nos parte el alma, y que venimos a verte tanto ese día como los otros del año. Leer aquél epitafio que pediste hacía tiempo ya, el cual no creíamos que recitaríamos tan pronto... Pero lo que más duele... Es leer tu nombre con el corazón hecho pedazos mientras dejamos tus flores favoritas y le rogamos a Dios que te baje del cielo y podamos abrazarte aunque sea una vez más. Este es un regalo que le he hecho a nada más ni nada menos que @loveless-soubi ; te amo omega mía