Todos tenemos ese algo por el cual estamos obsesionados y con el paso del tiempo se convierten en nuestras pasiones: para unos es la música, el baile o el canto; para otros es el arte o los deportes, pero para mí es la fotografía. Tener una cámara entre tus manos es como tener al mundo entero. Para mí, una fotografía es más que un papel impreso; para mí son momentos que imprimimos para poder recordarlos el resto de nuestras vidas. Pero claro, Brooke Taylor no es Brooke Taylor sin que las tragedias lleguen a su vida. Soy dueña de un blog en el cual cuelgo algunas de mis fotos y dejo algunos pensamientos que ayudan a más de alguno. ¿El problema? El problema llega cuando el chico que te gusta es seguidor de tu blog y se entera de la peor manera que tú eres la dueña, pero eso no es lo peor de todo. Había un post en especial, un post en el que hablas de su hermana como la diva de la escuela, el post que desató el caos y dejó a la vista mi anonimato. Pero si algo aprendí de todo esto, fue no rendirme ni darme por vencida, mucho menos abandonar mis sueños por más grande que sean los obstáculos, porque nada evitará que deje de ser Brooke Taylor, la chica detrás de la cámara. ☆☆☆☆☆☆☆☆ Portada hecha por @rincon.wattpadiense (en Instagram) ❤ Se prohíbe cualquier clase de plagio y/o distribución sin el consentimiento de la autora. Primer borrador de la historia. Comenzada: 27/06/2020 Terminada: 27/11/2020
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