Según el calendario chino, llegaba el Año del Mono. Las calles estaban adornadas con luces brillantes y pancartas rojas, celebrando la esperanza y la alegría que traía este año. Sin embargo, para Je-Ahn, un joven músico, este año significaba algo muy diferente al inicio, ya que lo asociaba con la tristeza y el desengaño. El pasado año del Mono había sido un tiempo difícil, había sumido en un profundo dolor, y cada vez que pensaba en el Año del Mono, solo le venían recuerdos dolorosos. Aquella celebración le parecía hueca y sin sentido, así que decidió que lo mejor era olvidarlo. Eso cambió cuando conoció a dos chicas que iluminaban cualquier escenario con su voz. Desde la primera vez que las vio en una competencia de canto, el chico que pensaba que su vida en la música había acabado, tuvo un giro de 180° grados.