Samira ©

Samira, una chica un tanto peculiar, está obsesionada con un mundo tan fantástico como lo es YouTube.

¿Qué características hacían de ella alguien peculiar? Con tan sólo mirarla a los ojos podrías caer rendido a sus pies, preso de un hechizo digno de unos ojos tan verdes, como atrayentes, del más hermoso y misterioso jade.

Su cabello cobrizo, su sonrisa o aquellos sonidos tan extraños, pero a la misma vez tiernos, que solía emitir cuando la sorpresa, la felicidad o el terror la embargaban, ponían patas arriba la comunidad de aquella red social cada vez que la chica subía un nuevo vídeo.

Samira amaba con todo ser su pequeño rinconcito en aquella comunidad y, honestamente, no lo cambiaría por nada del mundo. Recíprocamente, sus seguidores tampoco cambiarían ni un mínimo detalle de la chica, porque su esencia ya no sería la misma; Samira era bajita, carismática, expresiva y, sobre todo, peculiar por sus ojos del mismísimo color de aquella piedra preciosa y su llamativo color de pelo natural.

¿Podía haber algo más?
Por supuesto que lo había.

Samira se convirtió en la obsesión de una loba.