NIÑO DE CRISTAL

El internado.
Introducción/ prólogo:
Afueras de Carvill, la lluvia cae sobre un viejo e inmenso internado, sus paredes aguardan secretos oscuros, historías crueles y a cientos y cientos de adolescentes. Los cuales llegaron allí por diferentes causas, conviven día a día unos con otros, solo les preocupan son los males de amor, pero con el tiempo su única preocupación será poder encontrar la forma de salir de allí.
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*flashback*
Camino deprisa por el pasillo, cojo la navaja que llevaba en el bolsillo y la tiro en la primera papelera que encuentro.
Abro de un golpe las puertas y me voy del instituto, se la bronca que me espera en casa, pero a estas alturas ya me da igual.
*fin del flashback*
Cierro los ojos, me coloco los cascos y pongo la música al maximo.
A mi lado mi madre conduce decidida, no me ha dicho ni una puta palabra desde ayer. No se como a llegado a este punto.
Tras tres horas de trayecto al fin para el coche, respira hondo y se dispone a hablar. La paro en seco, no quiero oír una palabra más. Cojo mis maletas, cierro de un golpe la puerta y ando hacia aquel lúgubre lugar.
Alzo la vista, el lugar parece amplio, bastante antiguo para ser sinceros. Visualizo durante un rato una de las ventanas, tiene los cristales rotos y desde allí logro ver la figura de un chico, parece serio, frío, distante.
Avanzo hacia la entrada y veo una gran puerta de madera con figuras extrañas talladas en ella. Toco tres veces la puerta e inmediatamente aparece una mujer anciana.
Tras ella veo una inmensa habitación con dos grandes escaleras y, al final del pasillo, dos chicas.
Avanzan hasta quedar tras la mujer.
Entra- dice seria. Me sorprendió, la gente aquí no parece muy agradable.
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No era consciente de lo que iba a pasar cuando cruzara esa puerta, tardaría en darme cuenta de los grandes secretos que cubren estas paredes.