No ha sido fácil, la vida me ha estado jugando sucio. He sido lo más fuerte que puedo, pero no alcanza. Estoy controlando mi odio, pero no cesa. Me siento ordinaria, nada del otro mundo, simplemente me siento como Ludmila, es que en realidad no soy más que eso. Es un desperdicio, dios ocupó su tiempo en crearme sin darme propósito alguno. Me lamento, estoy muerta en vida. Siento, ya no soy la misma. Pienso, todo esto es ridículo. Digo, debo ser fuerte. Pero ninguna de estas cosas son más que palabras que rondan mi mente, o rondaban, hasta que lo conocí a el, increíblemente nunca creí enamorarme de alguien, y menos alguien como el... Me enseñó que hay mucho que descubrir, que puede haber cualquier cosa detrás de una vida normal.