Florencia, 1875. Después de hacer un descubrimiento horrible una noche, necesitaba pruebas de que todavía había bondad en el mundo. Nunca soñé que vendría a mí durante mi próxima comisión, con un tema cuyo nombre significa luz... Donghae era glorioso en su belleza, como de otro mundo, rodeado por un brillante halo de iridiscencia, pero detecté una feroz oscuridad acechando bajo la superficie. Dibujando toda la noche, apenas podía esperar para capturar su semejanza en una pintura. Donghae ha estimulado no sólo mis impulsos creativos, sino los sexuales también. Su misma presencia me infunde alegría y pasión, pero ¿qué pasará si mi patrón descubre nuestras citas? Dependiendo de sus buenas gracias, no puedo permitirme perder su apoyo. Pero temo que pronto llegue el momento en que deba escoger entre restaurar la fortuna de mi familia y obedecer la tentación de la musa ante mí... Todos los créditos a Erastes.