Ella, una adolescente musulmana normal, con amigos, dramas, soñadora, divertida, alocada, sin duda hay muchos adjetivos que la pueden definir. Pero lo que la hace diferente a millones de adolescentes musulmanas del mundo, es que se atreve a todo, es fuerte pero hay algo que ella no es capaz de experimentar.
Él, un adolescente cristiano hijo de un multimillonario mafioso, con amigos, dramas, pero lo que le hace ser diferente a sus amigos es que, está dolido por una pérdida, desde aquel momento, dejó de ser feliz, de soñar... dejó de creer.
¿Qué pasaría si estas dos personas se juntaran?
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.