Pronto, este efímero eco de la llama vital Olvidará su lánguida melancolía. Pronto, estos ojos húmedos cerrarán sus ventanas. ¡Bienvenido el largo reposo de las noches sin sueños! Pronto, este desgastado lamento callará; Porque en el calmo letargo del ocaso Hasta el Dolor se olvida de llorar.