¿Cuál es mi propósito? ¿Por qué nací? ¿Quién soy yo? Eran las preguntas que me hacía mientras caía a la oscuridad, pero estas preguntas no eran inusuales, me las hacia todo el tiempo, desde que me levantaba por las mañanas hasta que me acostaba en las noches no podía dejar de hacerme esas preguntas. Siempre fui una persona completamente segura de que cada uno de nosotros vino a este mundo con un propósito sin embargo ninguno de nosotros sabía cuál era y eso no paraba de mortificarme, tenía miedo de irme de este mundo sin haber cumplido mi misión. Unos nacieron para salvar vidas en un hospital y otros para quitarlas en las cámaras de gas, unos nacieron para dar vida y otros para quitarlas, unos nacieron para ser ricos, otros nacieron para ser pobres, unos nacieron para ser libres otros para estar esclavizados, unos nacieron para ser genios y otros para ser idiotas, unos nacieron para hacerlo todo, y otros para hacer nada, unos nacieron para hacer el bien y otros para hacer el mal. Quería saber cuál era mi propósito en este mundo y estaba a completa disposición de saberlo, antes de que fuera demasiado tarde.