NUESTRO SECRETO, MI VENGANZA...

Ese chico era muy listo, tenía las estrategias perfectas como para poder manipular y es que ¿acaso la manipulación no es algo que utilizamos a diario los humanos para obtener aquello que queremos aun sabiendo que es uno de los más sucios juegos?, pero vaya que esto él lo sabía y estaba tan entrenado como para que su conciencia se lo reprochara después. Yo en cambio, en este sucio juego de manipulación me sentí como aquellas marionetas a las que se tiene fácil acceso como para controlar cada paso, ¡demonios! me maldije por haberme quitado todas las máscaras ante ese ser tan despreciable, no se trata más que de alguien que solía planear cada paso que daba, con cautela y en silencio, me envolvió con sus palabras, me hizo creer en él y yo tan ingenua y tonta, escuché sus palabras, aquella noche en la que me dejé envolver por sus anécdotas tan interesantes y cuando creí que había una conexión muy fuerte entre ambos, me dispuse a continuar conociéndolo, aun sabiendo que estaba mal porque ¡carajos! ¿qué demonios hacía saliendo con el pretendiente de mi mejor amiga? sin duda era una locura, ¿Qué pasaría si ella lo supiera? que este no era quien ella creía, que nos engañaba a ambas, por un lado a mi mejor amiga enamorándola y siendo lindo y por el otro a mí abriéndose con su vida personal, como haberme dicho que se sentía "la sombra de su hermana", algo que claro de inmediato me hizo sentir identificada; aquella segunda salida, entre un poco de alcohol y una larga charla, le hice una pregunta, la cual él desde luego persuadió e hizo que entre aquel desliz de alcohol y mi atracción por este, lo besara y aunque me detuve, por un momento sentía en su mirada tan penetrante, aquel deseo que me incitó a hacerlo, lo besé con tanta pasión que no sé en qué momento me olvidé de mi mejor amiga, del mundo, de lo que era correcto para mí y mi extraña manera de pensar, perdí el control y comencé a quererlo, ¡rayos! en qué lío me metí.