Olvida a Cenicienta

Había una vez una chica llamada Claire Foster que no era una princesa, pero su estilo elegante y su bolso Prada la hacían lucir como una. Aunque no vivía en un castillo, su hogar estaba en medio de la bulliciosa ciudad. Y aunque no contaba con una hada madrina, tenía algo mucho mejor: su leal amiga Laura.

Claire no se enfrentaba a dragones, pero sí tenía que lidiar con los recibos que llegaban cada mes y los encuentros casuales de la noche anterior, ya sea los suyos o los de su amiga. Todo esto como consecuencia de su deseo de escapar de la monotonía generada por su trabajo.

Era una historia que no era perfecta, pero sin duda era la suya. Sin embargo, todo cambió con la llegada de una nueva amistad que le cambiará la perspectiva.