Un intruso, un joven vagabundo en el sótano de su casa a la que apenas acababa de mudarse; Narumi no puede creer que así de caótica empieza su vida independiente. Pese a que le tiene algo de lástima, quiere echarlo de su casa, pero, por extrañas circunstancias, él siempre regresa.
Los días pasan, conoce su nombre (Ryuutaro), aprendió sus mañas y lo más impactante: su lugar está en el sótano donde se queda largas horas dormido en una inmensa oscuridad.
La curiosidad carcome a Narumi, las ganas de que se vaya se desvanecen cuando ve más allá en la peculiar mirada del intruso: nada, ojos vacíos, carentes de cualquier rastro de emociones, como un alma que olvidó lo que es sentir. No hay una sonrisa que proteger, ni un corazón al cual curar, ni un alma que salvar, solo alguien con profundas cicatrices y una desgarradora historia por contar que anhela ser escuchada.
Ryuutaro, joven y solitario vagabundo, Narumi se pregunta: ¿qué tanto daño le han hecho a alguien hasta el punto de arrebatarle sus emociones y dejarlo como un alma moribunda?
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➷ ATENCIÓN: este fanfic presenta los siguientes contenidos no aptos para todo público:
- depresión;
- maltrato doméstico;
- Self-harm (autolesión);
- suicidio.
Se recomienda discreción.
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(Fanfic Kwon Jae-sung)
𝐏𝐨𝐫 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐞𝐱𝐭𝐫𝐚𝐧̃𝐚 𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧, 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐜𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐜𝐚𝐛𝐚 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝. 𝐍𝐨 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐜𝐮𝐚́𝐧 𝐝𝐮𝐫𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐚𝐦𝐨𝐬, 𝐜𝐮𝐚́𝐧 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐧𝐭𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐫. 𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚 𝐯𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐦𝐨𝐫𝐨𝐧𝐚𝐫𝐥𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨, 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐮𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐢𝐦𝐛𝐨𝐫𝐫𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚.
- 𝐄𝐝𝐰𝐢𝐧 𝐕𝐞𝐫𝐠𝐚𝐫𝐚 -
Los personajes de Cobra Kai no me pertenecen. El único que es de mi autoría es Park Min-ji y su padre.