"Humbert, tormenta en mi vida, dolor de mis entrañas, pavor mío, pesadilla mía. Humbert Humbert, dos veces el demonio ha tenido que nombrarte. Escuchar tu nombre hacía que mi piel se estremeciera y las náuseas me invadieran, más aún a sabiendas de que no podía escapar de ti, no tenía a dónde ir. Me llamabas Lolita. Tu Lolita. Se me retorcían las entrañas cuando mi nombre salía de tu boca, cuando me acercabas a tus brazos y susurrabas Lolita."