Esa persona que me devuelve la mirada. Esa misma. Con grandes ojeras. Con pecas. Con esos ojos penetrantes color café al igual que su cabello. Esa misma persona fue quien me destruyó. La odio. Y voy a hacer que pague por lo que me hizo y por lo que le hizo a los demás. Te voy a contar como llegué aquí, pero tienes que prometerme que pase lo que pase no me tendrás miedo ni a mí ni a ella. ¿Listo? ¿Seguro? Vamos entonces.