La lluvia solo sirve para llorar.

Marina es una mujer actual, empresaria exitosa, dueña de un atelier donde viste a las personalidades de la sociedad. Ha pasado los 45 años, aunque no los aparenta, se divorció hace algo de dos décadas de un marido infiel, padre de su único hijo. Trabaja junto a su socia y amiga y no piensa para nada en el amor, hasta que un día cualquiera, el destino le propone encontrarse con un joven que transformará su vida en un desafío. La pregunta será si ella tomará este encuentro como una nueva oportunidad, o decidirá que su tiempo de amor ya pasó.