En el mundo real nos encontramos con muchas cosas, podemos ver una variedad enorme de figuras, de formas, muchos seres vivos, cosas que pueden ser hermosas sin las logras apreciar y otras que son simplemente hermosas sin necesidad de detallarlas tanto. Ese es el mundo real, pero hay una palabra que evita que todo llegue a ser perfecto, una palabra que hace que todo se vuelva monótono y muchas veces hasta aburrido, esa palabra es "límite". Puedes encontrar la flor más bella, verla crecer disfrutar de sus colores, de la hermosa forma de sus pétalos y de el toque mágico que puede llegar a darle a cualquier lugar, pero llegará el momento en que se apagará, se irá poniendo vieja y marchita hasta llegar al punto de morir, ese es su límite.
Ocurre con todo y en todo, tal vez no como en el ejemplo de la flor, pero cada cosa llega a su límite, incluso las personas.
Pero, hay un lugar en que todo es diferente, en que las cosas duran cuanto tú lo desees y donde podrás encontrar un sin límite de colores, espacios y seres todo según el grado que tú lo quieras, así es, ¿que creías?, que me la pasaría hablando sobre las cosas tristes de la realidad, pues no, para mí hay algo mucho mejor y de lo que considero que vale la pena hablar. La imaginación.
Ese es mi mundo, admito que en muchas ocasiones no mantengo el balance entre lo real y lo imaginario, ya que para mí, lo que no se ve o qué tal vez solo se ve a través de mis ojos, es justo en lo que realmente quiero estar, no sé si en algún momento todo eso cambie, no estoy completamente cerrada a esa opción, pero por ahora vivo feliz en ese mundo; mi mundo, donde todo es y está como deseo que este.
Andy siente que todo le sale mal: acaba de ser rechazado por la chica que le gusta y necesita ayuda urgente para aprobar sus exámenes o tendrá que recursar en las vacaciones de invierno. Para colmo, su madre le consigue el peor tutor de todos: Edward, el chico más grosero, antipático y con fama de ser homofóbico. El escenario no podría ser peor.
Sin embargo, con cada tutoría, descubre que Edward es todo lo contrario: es amable, divertido y está secretamente enamorado de otro chico de la escuela.
Andy, al descubrir que Edward no es lo que todos piensan, decide ayudarlo con consejos de conquista a cambio de las tutorías, no obstante, a medida que pasa el tiempo, la relación entre ambos se fortalece. Mientras Edward sigue los consejos de Andy y parece que está conquistando al chico que le gusta según sus propias palabras, Andy comienza a cuestionar sus propios sentimientos.
¿Podrán conseguir la conquista perfecta o descubrirán que el amor verdadero está más cerca de lo que imaginaban?