Es fácil encontrar errores y defectos en todo aquello que nos rodea, lo difícil es sonreírle a la vida constantemente mientras se aprecian sólo los detalles que valen la pena. Sin embargo, para Heaven nunca ha sido especialmente complicado admirar la belleza de existir, ni mucho menos esparcir felicidad a donde quiera que vaya. Aún así, su perspectiva animada se ve amenazada con transformarse en una muchísimo menos alegre cuando un chico se suma a su lista de romances frustrados y/o fallidos. Theo piensa que ella es extraña, rozando lo irritante; él asegura que Heaven necesita centrarse en la realidad. Por su parte, Heaven opina que Theo debe cambiar su forma de observar las cosas, y con gusto se propone ayudarlo. Pero, ¿podría surgir algo realmente positivo entre dos personas que quizá nunca debieron conocerse?