La Lin Shan moderna de alguna forma acabó en la Antigua China. Cuando llegó, tuvo que disfrazarse como hombre a causa de algunas razones supersticiosas de ese tiempo. A Lin San se le ordenó por orden del Emperador que se casara con su hija, Du Ming Yue. En su última vida Lin Shan ni siquiera pudo pasar el examen civil para un puesto en el gobierno, pero en esta vida la han promovido a convertirse en el "femenino" príncipe consorte. ¿Qué ocurrió? Averigüémoslo.