Aquellos ojos, de un verde esmeralda brillante y pupilas rasgadas, me observaban serio, todo parecía otra más de mis alucinaciones,pero su olor estaba aquí, los sentimientos encontrados me cristalizaron los ojos.
Estás... Aquí-susurre,un nudo de emociones se formó en mi garganta, los ojos me picaban por retener las lágrimas y una sonrisa torpe se extendía en mis labios. -No estás muerto -rectifique mis palabras, mi voz salió ronca y llena de emociones, su mirada se mantenía rígida, su anatomía resaltaba en ese traje,parecía realmente incomodo. Antes de que mi mano se extendiera, diera un paso hacía él y me arrepintiera de esa acción en un futuro me contuve, me esforcé tanto que cerré los ojos, intentando mantenerme al margen de la situación. -Señorita Jones será juzgada ahora-aviso una voz, abrí los ojos y una lagrima rebelde recorrió mi mejilla, él observó atentamente la rebelde acción de la osada lágrima. -Supongo que nuevamente perderé todo-espete entre dientes y observe al portador de aquella voz.
Arthur Zaens, un multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.