"La gente, tan ignorante y despistada como siempre, seguía aplaudiendo, sin darse cuenta de nada, sin darse cuenta que su Pastor estaba dentro de la Catedral desangrándose. Salió, apreté el gatillo, pero un agente se cruzó y recibió el tiro, recargué, disparé. Cayó junto a un charco de sangre manchándole su túnica blanca."