"A veces la vida debe golpearte para que aprendas de lo que estás hecho..."
La vida de Franco no ha sido fácil, quedarse solo luego de la muerte de su madre lo obligó a valerse por sí mismo y entrar a un mundo del cual no tuvo regreso. Oscuridad, muerte, trabajos sucios, poder y dinero, el mundo que Gennaro Ferristini le ofreció.
Siempre arrogante, coqueto e imponente. Franco se hizo un nombre de poder en la mafia italiana en muy poco tiempo, ganándose la fama de "Temerario" y "Despiadado" Aprendió lo que es la lealtad y lo que una traición conlleva: una bala con tu nombre.
Siempre supo que llegaría el día en que una mujer lo pondría de cabeza, en que una mujer se convertiría en su debilidad y en su todo.
Entonces la vio, vio a Sara, su princesa, y con solo mirarla... Supo que ella iba a ser suya.
Sara ha vivido complaciendo a sus padres desde que tiene uso de razón, sacando buenas notas, acudiendo a cada gala y baile imaginable, accediendo a cualquier capricho para complacerlos y evitar que el peso recaiga en su hermana menor. La mejor escuela, las mejores notas, la mejor apariencia, porque en el mundo de los Bianchi no hay espacio para nada menos que perfecto.
Y entonces conoce a Franco, todo aquello que cree saber se va al demonio, él llega a su vida como un huracán, arrasando todo a su paso y brindándole algo que ella siempre ha anhelado... Libertad.
HISTORIA DISPONIBLE HASTA EL CAPÍTULO 12. LEER ANUNCIO IMPORTANTE PARA MÁS INFORMACIÓN.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.