Karen tiene una cosa muy clara sobre el amor: cuanto más lejos se mantenga de él, mejor. Una vez había sido más que suficiente para ella y para su corazón. No iba a volver a caer, de eso estaba segura. Y es por eso que, desde la dolorosa ruptura con su exnovio, procura mantenerse alejada de los chicos. Sin excepciones.
Sin embargo, cuando una mudanza la obliga a abandonar Nueva York, el que ha sido su hogar durante tres años, para empezar una nueva vida en Barcelona, su camino se cruzará con el de un chico que trastocará todos sus planes.
Una bonita amistad pronto dará paso, inevitablemente, a algo más, pero la anterior relación de Karen y las cicatrices que esta dejaron serán una barrera que pretenderá separarlos, abriéndose paso sin pedir permiso e interponiéndose en los sentimientos tan fuertes que, sin ellos darse cuenta, empezarán a nacer.
Y aunque su mente, precavida y miedosa, le gritará en multitud de ocasiones que se mantenga lejos de él, su cuerpo, y en especial su corazón, rechazará esa orden.
Porque luchar contra los sentimientos es una batalla perdida.
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A DAREK.
Darek, por su parte, no tiene idea de quién es Meredith, pero..., ¿qué ocurriría si por un juego del destino él pone sus ojos en ella?