Siento, siento que lo que escriba en este lugar no tendrá sentido alguno, siento la soledad de este cuarto abrazarme, siento que los trozos de mi alma, esa que tanto e cuidado, ha terminado por convertirse en polvo.
sucumbido por el apacible sonido del anonimato
no se
no se
por que quiero gritar, o por que quiero estrujar mi corazón hasta dejarlo lleno de lindos claveles.
Creo que te lo dije no los claveles son mis flores favoritas
yo solo no lo entiendo
cuando era joven, jamás me interesaron las respuestas y estas hoy en día carcomen mi cabeza.
pero hoy, hoy en día mi cabeza no deja de reír entre
<<¿por qué?>>
¿por qué?
no puedo cambiar el mundo
¿por qué?
no puedo darte un hogar
¿por qué?
no puedes ser mi refugio.
Dejare esto aquí pequeño ángel.
no se donde acabare en algunos años, ni a donde lleguen estos escritos
La madre de Jane Aubrey, tras un intento desesperado por conseguir dinero, vende a su hija a los gemelos Caracalla y Geta como sirvienta.
Estos despiadados gemelos se aprovechan de la menor y le arrebatan su pureza, sin saber que sus juegos iban a tener graves consecuencias.
{...}
Jane Aubrey acaba cayendo en una grave dependencia emocional, y desarrolla el tan conocido síndrome de Estocolmo, que le impedirá seguir conllevando su vida con normalidad.
Por su parte, Commodus aparece de nuevo para hacerse con el trono y pone en peligro la ciudad de Roma y la vida de la menor, pero Geta no dejará que eso pase. ¿O sí?