Una Rosa Cada 365 Días.

Ethan observo pasar a Megan con sus botas llenas purpurina y alegría cada día desde su adolescencia frente la acera de su casa, hasta llegar su adultez. Sentía ese cosquilleo producirse en el estómago y nervios en sus dedos, convirtiéndola así con el tiempo en su mejor amiga, y flechazo empedernido por el final de los tiempos.

Ethan mantiene una tradición cada primer día de enero, de cada año. Cada 365 días, Megan Gilbert recibe una rosa roja junto a una nota con caligrafía rara de un anónimo dulce en su ventana.

Con lo que no contaba Ethan ese inicio de año, sería equivocarse de destino, encontrar a su dulce amada en una situación comprometedora, y toparse frente a frente con la arisca y testaruda hermana de Megan: Harriet, que va por la vida con sus botas llenas de barro y cara de asco, y está decidida por apoyar la noble causa de ayudar a Ethan. Conquistar a su hermana.

¿Qué mejor que darte cuenta de una bofetada de la vida, que enamorarse va más allá de una rosa, y gusto pasajero?