Del odio al amor hay un solo paso y la felicidad es momentánea. Y no hablamos solo de amar a alguien o de ser feliz con una persona, pues ese es otro campo otro tipo de juego arrollador que no teme en convertirte en cenizas si no eres cuidadoso, sin embargo mucho nos arriesgamos a vivir ese juego entre el dolor, el amor, la perdida y la felicidad, aunque terminemos revolcándonos en nuestra propia miseria tal como una mosca, pero, así ellas son felices ¿No?
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