Ha sido un camino largo.
Con todos los altibajos que han tenido el último año y medio, Ashley y Nathan piensan que su relación es más fuerte que nunca. Como sea, aún saben que son inestables. Son la debilidad fatal del otro: él tiene miedo de que ella lo deje, y ella tiene miedo de amarlo, por lo que continúa dejándolo.
Con 9 meses para que Ashley finalmente se gradúe de la universidad, Nathan está muy ocupado con su trabajo y no la puede visitar mucho. Además, la mejor amiga de Ashley-Roxanne Monroe-se ha mudado con su novio, así que ahora Ashley tiene que lidiar con su vida sola. Sin embargo, esto no parece ser un problema para ella y logra establecerse bastante rápido, consiguiendo un nuevo trabajo, incluso.
Piensa que su pasado ya no la atormentará. Piensa que su vida es perfecta y que nadie puede cambiar eso. Ama a Nathan, y sabe que todo estará bien a su lado, pero, ¿qué pasa cuando una persona inesperada parece secuestrarla?
Su vida irá bajo un espiral, convirtiéndose en un infierno viviente, y va a tener que preguntarse a sí misma si tiene la voluntad para continuar. Pero más importante: ¿su amor por Nathan sobrevivirá a través de todo el dolor?
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