Aveces no nos damos cuenta de todo lo que tenemos, aquello que otros envidian y harían lo que fuera por tenerlo, pero no nos damos cuenta, ya que, al tenerlo no sabemos que es desearlo, al tenerlo tan fácil y efectivo, tan incondicional, no tenemos esa necesidad de tener miedo o preocuparnos por perderlo, pero claro, cuando lo perdemos nos damos cuenta que desaprovechamos todo, que estamos ciegos, nos damos cuenta que hay que valorar todo lo que poseemos, sea grande o pequeño, de gran valor o poco, si están hoy, aprovechemos, tal vez mañana ya no esté.
Por eso la frase "Nos damos cuenta lo que tenemos cuando lo perdemos", al perderlo caemos y somos capaces de razonar y entender que estábamos ciegos y lo único que deseamos hacer es tratar de recuperar eso que perdimos, pero aveces reaccionamos tardes y perdemos todo lo que teníamos y podíamos seguir teniendo otras veces, aunque cueste muchísimo, llegamos a recuperarlo.