-No sigas...porfavor- digo. Mis ojos se humedecen involuntariamente a la vez que un dolor punzante crece en mi pecho. Su mirada está perdida y apagada...sin el característico brillo de siempre. Y eso fue algo difícil de ver. Su rostro y manos llenos de líquido carmesí. Toma su cabeza entre sus manos y se jala el cabello. -Lo siento...-dice en un susurro- ellos me obligaron. ***************************************** Creado en 2018 #1 en Teenager