Su infierno se convirtió en mi infierno, sus demonios pasados se volvieron mis enemigos, sus miedos mis terrores, y su culpa en mi lucha constante por salvarlo. Decidí disfrazar mi infierno de un cielo, convertir a mis demonios en unos ángeles, a mis terrores en pesadillas y a mis recuerdos en cenizas. Lo sacrifiqué todo por él y recibí un pago justo. Cuando su infierno se apagó, el mío despertó a la bestia que no conocía.All Rights Reserved