Prólogo
Para una adolescente normal el amor a primera vista era una cosa de todos los días. Para mí era una estupidez. Digo “era” porque hay cosas que no piensas que te puedan suceder a ti. Las cosas que eran importantes para mi no tenían nada que ver con chicos. Disfrutaba de mi familia y amigos sin necesidad de buscar a alguien especial. Repito, eso era antes porque nunca pensé enamorarme en tres segundos de alguien que no conocía y que tampoco sabía si lo volvería a ver. Pero pasó. 1…2…3 y mi vida dio un giro inesperado 1…2…3 y mi corazón comenzó a latir, pero de una forma diferente.